11/3/19

Mantis religiosa

La mantis religiosa tiene un cuerpo alargado, con una cabeza grande de gran movilidad capaz de girar 180 grados, en la que destacan sus delgadas y largas antenas y dos grandes ojos compuestos; además tienen tres ocelos centrales en la parte superior que conforman un triángulo, por lo que su campo de visión es muy grande. Poseen alas bien desarrolladas y es  el único animal que tiene un solo oído, localizado en el tórax. Presentan coloración verdosa, grisácea o pardusca. Las hembras son algo más grandes que los machos, y tienen un abdomen más voluminoso.
En algunas ocasiones, durante la fecundación, la hembra agarra al macho por la cabeza y empieza a devorarlo. Hacia el mes de octubre, la hembra realiza la puesta, entre 200 y 300 huevos, envueltos en una ooteca formada por espuma que se endurece rápidamente al contacto con el aire. Los huevos eclosionan mediada la primavera siguiente y se dispersan. Para alcanzar el estado adulto sufrirán seis mudas.
Las fotografías, son de autoría propia.